Descripción
El mercado argentino ya mueve más de $26.000 millones anuales e incorpora cada vez más productos y servicios: desde superalimentos y golosinas bebibles para perros y gatos hasta plataformas para encontrar hogares, hotelería para las vacaciones y obras sociales
Cuando Rita entró por primera vez a su casa, la esperaban una cama acolchada color rosa, una mamadera, un oso de peluche para hacerle compañía, un collar y una mochila para salir a pasear. Lisa, por su parte, encontró una moderna cuna de diseño esférico, un león de felpa y un conjunto de mantas especiales para mantenerla abrigada por las noches. Rita y Lisa no son bebés. Son una gata anaranjada y una perra salchicha que cuando ingresaron a sus respectivas familias se toparon con un universo de prendas, accesorios, alimentos y comodidades que tan solo años atrás habría sido impensado para una mascota.
Según Eduardo Baer, creador del Airbnb para mascotas Dog Hero, antes los perros dormían fuera de la casa y comían los restos de comida, pero todo eso empezó a cambiar con la invención de la comida para perros, hace 20 años. Luego vino el alimento premium, y ahora, los servicios.
El mercado argentino ya mueve más de $26.000 millones anuales e incorpora cada vez más productos y servicios: desde superalimentos y golosinas bebibles para perros y gatos hasta plataformas para encontrar hogares, hotelería para las vacaciones y obras sociales
El mercado argentino ya mueve más de $26.000 millones anuales e incorpora cada vez más productos y servicios: desde superalimentos y golosinas bebibles para perros y gatos hasta plataformas para encontrar hogares, hotelería para las vacaciones y obras sociales
Cuando Rita entró por primera vez a su casa, la esperaban una cama acolchada color rosa, una mamadera, un oso de peluche para hacerle compañía, un collar y una mochila para salir a pasear. Lisa, por su parte, encontró una moderna cuna de diseño esférico, un león de felpa y un conjunto de mantas especiales para mantenerla abrigada por las noches. Rita y Lisa no son bebés. Son una gata anaranjada y una perra salchicha que cuando ingresaron a sus respectivas familias se toparon con un universo de prendas, accesorios, alimentos y comodidades que tan solo años atrás habría sido impensado para una mascota.
Según Eduardo Baer, creador del Airbnb para mascotas Dog Hero, antes los perros dormían fuera de la casa y comían los restos de comida, pero todo eso empezó a cambiar con la invención de la comida para perros, hace 20 años. Luego vino el alimento premium, y ahora, los servicios.
"Lo primero es que coman bien y luego ver cuáles son sus necesidades. A nivel físico, el paseo y luego lo psicológico: que no se angustien cuando el dueño se va de viaje. Como miembro de la familia, uno se preocupa por su calidad de vida y también hay cosas que hacen que los cuidados sean más fáciles, como internet y la economía colaborativa", explicó Baer.
La Argentina es el país con más penetración de mascotas por hogares de la región: el 78% tiene al menos una. Después siguen Chile, con el 74%; México, con el 56%, y Brasil, con el 43%. En cuanto a Buenos Aires, el 58% de los hogares tendría alguna mascota, y la proporción sería 71% perros, 29% gatos.
En volúmenes de gasto en dólares en productos y servicios para mascotas, estaría Brasil en primer lugar, segundo México y en tercera posición la Argentina. Causalmente, este ranking de consumo en el mercado de las mascotas coincide con el ranking de PBI per cápita en Latinoamérica.
En particular, el mercado de alimentos para mascotas en la Argentina fue de 626.523 toneladas en 2017, de las cuales el 84% correspondió a alimentos para perros y el 16%, a nutrición para gatos, de acuerdo con la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal.
Según estimaciones del fabricante de alimentos Mars -que es dueño de las marcas Pedigree, Whiskas, Iams, Eukanuba y Royal Canin-, el consumo (compra) per cápita de alimento para mascotas en la Argentina es de 14,2 kilos por persona por año.
La fabricación y comercialización de este producto crece sostenidamente desde 2007. Si bien inicialmente el sector era liderado por grandes firmas, son cada vez más las pequeñas y medianas empresas que se suman a un negocio que, de acuerdo con las estimaciones del sector, mueve más de $26.000 millones anuales y emplea a 3500 personas.
Otro dato que refuerza estos números es que la Argentina produce internamente casi el 100% de los alimentos balanceados consumidos en el país. Y desde la Argentina se exportan estos productos a muchos países. Diego Granda, director general de Liq, un premio líquido para mascotas, comentó que están por enviar el producto a mercados como Paraguay, Chile, México, Estados Unidos y China.
"El mercado de mascotas crece en general y lo que más crece es alimentos premium y premios para mascotas. Crecen más que el alimento común y la industria crece más que la economía. Es un mercado en expansión por la humanización de las mascotas. Son parte de la familia y cada vez se gasta más en ellas", agregó Granda.
Por otro lado, Mariano Spector, gerente de capitales y valores de HOP!, también opinó que hay un crecimiento. "No solo lo observamos en el incremento de volúmenes de venta, sino también en el crecimiento de nuevos servicios para mascotas: desde hoteles para dejarlas cuando nos vamos de viaje hasta spas y obras sociales".
Según Granda, otra particularidad es que la inversión en las mascotas no depende del nivel socioeconómico de los dueños, sino del cariño y la afinidad que se tenga por el nuevo integrante de la familia: "Hay gente que prefiere comprar bolsas de alimento premium por $1600 y resignar parte del presupuesto familiar".
En este sentido, Baer coincidió en que en la Argentina las mascotas son parte de la familia. "Hay una conexión muy fuerte. No son mascotas a las que se deje afuera de guardia, son como miembros de la familia. La paternidad se retrasa, se deja para más tarde a los hijos y los animalitos son como la familia. Se transforman en hijos", consideró.
En este sentido es que, a la hora de recortar gastos, los perros y los gatos resultan afortunados. Para Gonzalo Sisack Novillo, director del delivery de alimentos para mascotas Mis Pichos, "el perro ocupa el lugar de un bebé y no puede hablar, al igual que los bebés, por eso las familias pueden bajar la calidad de los alimentos que consumen, pero no el de los perros, porque no saben cómo esto les repercute". "Es un rubro que va en contra de lo que pasa en la economía en general", agregó.
Más allá del hogar
Con este cambio de mentalidad, las mascotas han empezado a transitar lugares más allá de los confines del hogar. "En los últimos años creció exponencialmente la cantidad de restaurantes, aerolíneas y demás lugares con un espacio especialmente dedicado a las mascotas. La tendencia general, especialmente en los millennials, es pasar más tiempo con ellas: trabajo, vacaciones, salidas, etc. Por otro lado, la maternidad se demora cada vez más y, para solteros y parejas jóvenes, muchas veces la mascota termina ocupando el lugar del hijo que todavía no llegó. Quizás esto explique por qué el mercado pet sigue creciendo", dijo Spector.
En nuestro país, las oficinas de Mars y Nestlé (que fabrica las marcas Pro Plan, Dog Chow, Cat Chow, Excellent, Felix, Dogui y Gati) ya implementaron programas para que sus empleados lleven sus mascotas a la oficina. La iniciativa encuentra sustento en una serie de encuestas realizadas por la consultora Penn Schoen Berland (PBS) en Washington DC para Nestlé que revelaron que cuatro de cada cinco personas se sentirían más felices, relajadas y sociables con una mascota en su trabajo.
Las conquistas de las mascotas también incluyen la posibilidad de viajar en subtes los fines de semana, asistir a cafés, restaurantes y negocios de la ciudad autodenominados pet friendly e incluso museos, como el Museo Nacional de Arte Decorativo, que permitió el acceso de perros en sus exposiciones el último verano.
De la misma forma, este proceso de "humanización" de las mascotas lleva a sus dueños a procurarles actividades recreativas, como las que ofrece PetVille, un spa especializado. "La idea es que vengan a divertirse y no extrañen a los dueños, que no sea un castigo, sino un placer. Hay perros que doblan la esquina y ladran desaforados porque saben que vienen a pasarla bien", comentó Verónica Petrungaro, directora del establecimiento.
Según ella, hay muchos perros que van de lunes a viernes porque sus dueños prefieren que estén entretenidos en un espacio seguro en lugar de solos en sus departamentos o casas.
Fuente: La Nación