Tomando las precauciones del caso, y siguiendo al pie de la letra las reglas de tránsito, los accidentes serán mucho menos probables… pero pueden suceder. Y es mejor tener pensado qué hacer si nos toca pasar una situación así con nuestra mascota a bordo.

El único modo de viajar seguro, tanto para humanos como para perros y gatos, es con el cinturón de seguridad abrochado. Por eso, es estrictamente obligatorio que tengas uno para tu perro y en caso de ser un gato, que vaya dentro de un transportador que tenga fijación al cinturón de seguridad o al apoyacabeza.

Al estar retenido el mismo animal (o su transportador) evitaremos que sea desplazado hacia adelante ante un choque minimizando los riesgos de que se lastime, o que golpee a otros pasajeros.

En caso de accidente, en paralelo con los cuidados que requieran las personas involucradas, llama con tu teléfono móvil a un amigo cercano para que busque en internet alguna clínica de emergencias veterinarias en la zona donde te encuentres. Pídele que te envíe la información en formato de texto. Mientras tanto, podrás evaluar si hubo un daño que requiera revisación veterinaria.

Si el accidente fue tan grave que personas y animales tienen que abandonar el auto, asegúrate de bajar a tu perro con collar o pretal, identificación, correa, y si es posible bozal ya que por el susto podría estar asustado, confundido, no conoce el lugar, y las personas de su familia están ocupadas resolviendo la situación de emergencia.

Si el accidente no fue grave y no hay que abandonar el auto, es mejor que tu perro permanezca en el auto con su cinturón de seguridad puesto, en todo caso con la correa cerca por si luego hay que bajarlo. Con la confusión que suele rodear el entorno de un accidente vial, es mejor que se quede en un lugar que conoce y donde se siente seguro, como es tu auto.

Si no tiene ningún síntoma, de todos modos habrá que observarlo atentamente por lo menos por 48 horas, ya que hay problemas que se manifiestan después del impacto. Llama inmediatamente a tu veterinario si en algún momento pierde la conciencia, si orina o defeca con sangre, si renguea, o si respira con dificultad.

Si te parece que pudo haberse lastimado, no te apresures a moverlo, minutos más o minutos menos no harán diferencia. Espera primero a ver si intenta moverse solo, y eso te dará información sobre lo que le puede estar doliendo o molestando.

Aunque sea un momento de emergencia, no mediques a tu perro ni a tu gato sin consultar primero con tu veterinario. Algunos medicamentos pueden hacerle daño, o cubrir síntomas de otro problema que pueda tener.

Si se queda acostado y ni siquiera intenta levantarse, no lo des vuelta. Tápalo con una manta para que conserve el calor corporal, pero cuidando de dejar bien despejadas las vías respiratorias

Si hay que trasladarlo a una clínica, lo mejor es moverlo sobre una superficie dura (madera, cartón…) y si no, una manta a modo de camilla. En estas situaciones críticas conviene que toques a tu mascota lo mínimo indispensable, puede morder por reflejo si siente dolor, una opción es taparle los ojos mientras lo manipulas, háblale en tono suave pero evitando las caricias.

Para trasladarlo en auto lo mejor es recostarlo en el asiento trasero si alguien puede acompañarlo, o en el suelo del auto o en el baúl (si está conectado a la cabina) si tiene que ir solo.

Ojalá que nunca tengamos que pasar por un accidente vial grave… pero es mejor tomar todas las precauciones y tener pensado qué hacer. ¡Que tengan un excelente y segurísimo viaje!

Agradecemos la colaboración de "Shaggy (Schnauzer) La Chigüi (Chihuahua) y Lucy (la gatita) que nos prestaron su imagen para este artículo, también forman parte del elenco de Show Salta Violeta y a la Dra. Elena María Irurzun, médica veterinaria, por sus aportes y revisión final del texto en cuanto a las recomendaciones de primeros auxilios.


Equipo Salta Violeta / Guía Pet Friendly

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